Noticia archivada en la categoría: Día a día  | Publicada el 10 diciembre del 2013.

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Algunas de las alumnas de Diseño Gráfico al final de la clase

Algunas de las alumnas de Diseño Gráfico al final de la clase

Todo lo que no viene de la naturaleza ha sido diseñado por alguien, aunque casi nunca reparemos conscientemente en ello. Imaginemos que vamos a un supermercado: todos los paquetes han sido pensados con un objetivo específico. Algunos parecen más ecológicos, otros están dirigidos a los niños, otros son claramente más elegantes. Muchas veces, el precio depende del diseño, y un mismo producto, con un packaging más elaborado, puede resultar más caro.

Lo mismo pasa con un trabajo de clase, o con un currículum. No es que el contenido sea menos importante que el continente, pero es lo primero que vemos, y nos da una idea de la información que podemos esperar, del esfuerzo y el nivel de profesionalidad de los mismos. Además, en una sociedad cada vez más informatizada por un lado, y por otro, más dependiente de lo visual, es común que un trabajador no especializado en la materia se encuentre con tareas como crear un cartel para un evento de la empresa o elaborar un informe a través de diapositivas.

Hemos pasado, pues, de ser consumidores pasivos del diseño a, casi forzosamente, ser creadores del mismo. Y, en la sociedad del futuro (del presente, en realidad) tener conocimientos y habilidades en la materia significará una fortaleza importante con respecto al medio. Por todo ello, MIT School considera que es interesante que sus alumnos y alumnas reciban una formación básica en este tema, y por ello ha implantado este año un Taller de Diseño Gráfico. El mismo es impartido por la periodista y diseñadora Marta Sader, creadora de la revista cultural Modernícolas, y se basa en manuales como Diseño gráfico. Fundamentos (Anaya Multimedia), Do it yourself (Princeton Architectural Press) y A Kidd’s Guide to Graphic Design, del conocido diseñador Chip Kidd.

La extraescolar está dirigida a alumnos y alumnas a partir de 4º de primaria hasta 2º de bachillerato y se reparte en los tres trimestres del curso. En el primero, los estudiantes se familiarizan con el concepto de diseño a través de su propia creatividad creando a mano libros de cuentos, portadas de discos, tarjetas de visita, anuncios, postales, etc. También usan programas de diapositivas como Open Office Impress, y, al final del trimestre, comienzan a manejar el programa Photoshop.

Durante el segundo y el tercer trimestre, los niños y niñas siguen creando elementos reales (flyers, revistas, carteles) poniendo en práctica conceptos aprendidos y aplicando algunos nuevos (cercanía entre elementos, repetición, tipos de colores, peso de las fuentes…). A la vez, se hacen totalmente con la herramienta informática, desarrollan su creatividad y se acostumbran a buscar soluciones a problemas reales que surgen en el proceso de diseñar. Esto, asimismo, los hace conscientes del objetivo que buscan las imágenes que los bombardean día tras día y los convierte, por tanto, en ciudadanos un poco más críticos y con más capacidad de decisión.