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Un instante de la graduación de 2º de Bachillerato / Juan Ignacio Ponce

Tras mucho esfuerzo e innumerables exámenes y nervios, los alumnos de 2º de bachillerato terminaron sus estudios en el MIT a principios de junio. «Tendréis fracasos y encontraréis obstáculos en el camino, pero aprenderéis de esos errores y de los errores de otros, puesto que de los éxitos poco se aprende«, dijo Don Javier Díaz, director del centro, a los alumnos de 2º de bachillerato en el día de su graduación.

Pero, sobre todo, el profesor hizo hincapié en la innovación como forma de evolución, sin duda una de las máximas del colegio: «Vuestra ventaja es que no estáis lastrados por años de pensamientos convencional. Tenéis una perspectiva nueva y fresca con la que ver el mundo. Vuestros años en el MIT os ha ayudado a agudizar ese sentido de descubrimiento, y no hay mayor catalizador para el éxito que la curiosidad».

Asimismo, en su emotivo discurso estuvieron presentes también otros de los pilares sobre los que se fundamente la enseñanza en el colegio: las relaciones humanas y la superación personal. «Se trata de ganar, pero no dinero, puntos o cuota de mercado. Estoy hablando de ganar en una competición con vosotros mismos. Estoy hablando de creer en vosotros mismos lo suficiente como para llegar a ser los mejores arquitectos, ingenieros, médicos o profesores que podáis ser».

Finalmente, para despedirse de estos alumnos que tendrán ahora que lidiar con la selectividad, la universidad y con el comienzo de su vida laboral en unos tiempos complicados, el director aportó su voto de confianza: «Pensáis que no vais a cambiar el mundo. Pues yo os digo que sí lo haréis. Cómo lo hagáis tenéis que decidirlo vosotros».

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